04 noviembre 2007

EN EL ESTADO ESPAÑOL SÓLO HAY UN INSPECTOR POR CADA 17.000 TRABAJADORES

ESTE TEXTO ES PARTE DE UN ARTÍCULO SACADO EN PRENSA. COMO NOS HA RESULTADO INTERESANTE LO QUEREMOS COMPARTIR CON VOSOTROS.

La extrema falta de medios, la ausencia de voluntad política o la insensibilidad de algunos inspectores son algunas de las causas de este fracaso que deja en situación de desamparo a los trabajadores.

-Lo que la mayoría de trabajadores del Estado español conocen sobre la Inspección de Trabajo es “que existe”. Los distintos análisis, que van desde lo cuantitativo a lo cualitativo, hablan de una inoperancia alarmante en este cuerpo de funcionarios, con más de cien años de historia, encargado de velar por el cumplimiento de la legislación laboral. Los actores principales se van pasando la responsabilidad de unos a otros; entre Gobierno central y Comunidades Autónomas, entre empresas e inspectores, el resultado final en la práctica es la total desprotección a la clase trabajadora, de sus derechos y de su salud.

-Hay 838 inspectores de trabajo en el Estado español, de los cuales al menos un 15% jamás pisa la calle. La próxima oferta pública de empleo prevé incorporar con suerte unos 120 más. En este punto no hay demasiadas discrepancias. Los medios son a todas luces insuficientes y la incorporación de los técnicos en prevención de riesgos laborales a estas tareas no ha conseguido frenar las cifras de siniestralidad.

-Si uno sigue tirando del hilo de esta madeja se encuentra con que los inspectores de trabajo dependen del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales (MTSA), pero que sus máximos responsables son de ámbito autonómico. Para paliar estas disfunciones CC OO propone una mejor planificación a nivel estatal. “Además, hay que tener en cuenta que la autoridad laboral tiene la potestad de parar expedientes y rebajar o anular sanciones, y lo cierto es que lo hace.

-A la hora de buscar responsabilidades todos los sindicatos señalan en primer lugar a la empresa privada, con capacidad de contratar potentes equipos de abogados para frenar todo tipo de procesos administrativos. En segundo lugar, a la inexistencia de una voluntad política de afrontar el problema. “Es sencillo, no existe una apuesta real por parte de los distintos gobiernos -PP o PSOE son el mismo perro con distinto collar- de hacer frente a la patronal, no les interesa, salvaguardar los derechos de la clase trabajadora no les interesa, proteger la salud y la vida de la clase trabajadora no les interesa.

-“Además, otro de los graves problemas al que nos enfrentamos es la propia actitud de los inspectores de trabajo, que a menudo mantienen una posición muy conservadora. Por ejemplo nos piden que no hagamos denuncias largas, aunque hay que reconocer que están hasta arriba de trabajo, su actitud es la de no crear sobresaltos”

Son muchos los asuntos que se quedan en el tintero, como los procedimientos que se siguen, su lentitud y el hastío burocrático en el que caen gran parte de las denuncias; o la falta de especialización de los inspectores, puesto que la suya es una profesión generalista. Esto es, en su trabajo diario tienen que tratar asuntos laborales pertenecientes a sectores muy diferentes entre sí, lo que provoca que no tengan la debida preparación en muchas ocasiones. No ocurre así en el resto de la UE, donde están muy especializados.


La sección sindical de CC.OO. no va a valorar el problema de la inspección de trabajo en España, pero solicita a la Inspección provincial de Valencia que haga un requerimiento a ID Logistics para que repare los muelles de carga. (eléctricos como la inspectora había dicho desde el principio)


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